BIOSEGURIDAD

EL TÉCNICO Y LOS EQUIPOS SUCIOS
SANGRE, ORINA Y OTROS FLUIDOS
Habitualmente se deben abrir centrífugas o microcentrífugas para su reparación, utilizar el extractor propio (muchas veces no se dispone del extractor original) y "meter mano". Tengo que recordar que solamente en un laboratorio, su jefa ordenaba a las mucamas "limpiar y desinfectar con soluciòn de Hipoclorito de Sodio diluida la centrífuga que se debìa reparar". En la mayorìa de los casos nos encontramos con el pasaporte a un contagio directo, es decir, depósitos de sangre seca por la turbulencia producida dentro del equipo en macrocentrífugas, y proyecciones de sangre rojo rutilante producidas por el vaciado de los capilares de los que se desprende la plastilina cuando la goma ya necesita un cambio en microcentrífugas.
En la foto puede observarse una centrífuga gelectronic que ya se ha limpiado, no obstante hay depósitos que no pudieron removerse. Todo lo que se ve negro es sangre adherida.
Si se trata de un presupuesto, el riesgo que se corre amerita un presupuesto sobre el presupuesto; si se trata de una reparación, tal vez el arreglo mismo, es menos costoso que el contacto con los fluidos biológicos. No hablo de "asquito", por supuesto que no en mi caso, pero si de ética.
¿Puede un profesional entregar un equipo con un depósito de 1 cm de sangre seca, la que redisuelta en soluciòn isotónica serviría para una excepcional clase de hematología para observar variedades morfológicas de hematíes y cuanto elemento pueda escoenderse entre las cavernas que se forman.
Estas costras desprendidas, vistas bajo la lupa estereoscópica, son de indubitable belleza como peligrosas para el Técnico reparador.
Por supuesto que ya todos los que elegimos este metier sabemos y aceptamos las condiciones de procedencia, pero también, aunque la cantidad de trabajo en un laboratorio sea alta, conocemos que en esos casos se obvia todo tipo de bioseguridad, responsabilidad exclusiva del titular.